Cuatro años más tarde, el 30 de Abril, se aprueba el Reglamento de la Denominación Específica Albariño y de su Consejo Regulador.
Debido a las necesidades de adaptar la legislación española a la comunitaria, la Consellería de Agricultura, Gandería e Montes, en una Orden del 17 de Marzo de 1988, reconoce la Denominación de Origen Rías Baixas, y el 4 de Julio publica la Orden que aprueba el Reglamento de la Denominación de Origen y de su Consejo Regulador, ratificado en una Orden Ministerial del 28 de Julio de ese mismo año.
En su corta historia, el sector de la Denominación de Origen Rías Baixas supo evolucionar de forma ordenada y con criterio, así pasó, en un período comprendido entre los años 1987 y 2001, respectivamente, de 492 viticultores a 5.059, de 14 a 161 bodegas y de una superficie de viñedo de 237 hectáreas a otra de 2.408.
Esa evolución también se refleja en la ampliación de las zonas. En 1988 la Denominación de Origen rías Baixas constaba de 3 subzonas perfectamente individualizadas en la provincia de Pontevedra: Val do Salnés, Condado do Tea y O Rosal. En Octubre de 1996 se incorpora Soutomaior y en Mayo de 2000 se amplía a la Ribeira do Ulla.
Origen: medio natural
La Denominación de Origen Rías Baixas se extiende por un conjunto de zonas de Galicia que tienen una serie de condiciones físicas comunes que identifican y originan las características de sus vinos.
Se trata de tierras bajas, con altitud generalmente inferior a 300 m., próximas al mar y asociadas a los tramos inferiores de los cursos fluviales, lo que condiciona formalmente las características climáticas de influencia Atlántica que se manifiesta en temperaturas suaves y precipitaciones elevadas y bien repartidas, con un descenso hídrico en los meses de verano.
Funciones del Consejo Regulador
Las funciones encomendadas a un Consejo Regulador son el Control de Origen, el Control de Calidad y el Control de Mercados
• El Control de Origen en la Denominación de Origen Rías Baixas, comienza desde la inscripción de la finca en los Registros del Consejo. Poco antes de la vendimia, se evalúa la producción y la calidad de la uva en un tanto por ciento representativo de parcelas de la D.O.. Una vez comenzada la vendimia, más de 60 inspectores (habilitados por la Consejería de Agricultura y el Consejo Regulador como Veedores) supervisan los trabajos de recolección de uva, su transporte y descarga en las bodegas, controlando el origen y los rendimientos, levantando actas diarias y un acta final donde reflejan los Kilogramos de uvas introducidos y el aforo de mosto. Para este control nos valemos de las nuevas tecnologías a fin de capturar los datos en tiempo real y sin errores, gracias a la implantación de una tarjeta chip de viticultor que contiene sus datos de registro y a un terminal (TPV).
• El Control de Calidad en los vinos amparados por la Denominación de Origen Rías Baixas se verifica partida por partida. Así, cada vez que una bodega quiere calificar una partida de vino, ha de solicitar la autorización al Consejo Regulador, quien desplaza un Veedor a la misma para realizar la toma de las muestras del vino procediendo al precintado del depósito. Éstas se someterán a un examen analítico instrumental (físico, químico y biológico) y organoléptico o sensorial, realizado por el Comité de Calificación del Consejo Regulador, quien posteriormente contrastará los resultados con los de otros laboratorios oficiales.
• El Consejo Regulador también se preocupa por el cuidado y la defensa de los vinos acogidos a Denominación, para ello colabora con otros organismos (ICA) en los Controles de Productos, con el ánimo de evitar el fraude en los mercados.
Otra de las tareas encomendadas a este Consejo Regulador es la Proyección de la Denominación de Origen y la Promoción de los vinos amparados. Esta tarea ha permitido introducir los vinos en mercados insospechados de fuera de nuestras fronteras.
Durante este período, el trabajo concienzudo desarrollado por todos (bodegas, viticultores, Administración y personal del Consejo) ha servido para generar una gran riqueza en aquellas zonas amparados por la Denominación de Origen Rías Baixas, que ha situado al sector vitivinícola en un segundo puesto en cuanto a importancia económica se refiere.
Identidad Corporativa
El nacimiento de la nueva identidad corporativa de la D.O. RIAS BAIXAS parte del análisis del etiquetado anterior. Esto es fundamental con objeto de que la línea de comunicación sea consistente. A través de sus elementos mostramos su evolución:
Los símbolos existentes en la etiqueta anterior eran tres: la representación gráfica de las "RIAS BAIXAS" enmarcada con una soga marinera, un escudo, y racimos de uvas y adornos de hojas.
La representación gráfica de las palabras RIAS BAIXAS, es decir, la costa de las Rías Baixas, se considera conceptualmente un símbolo difícil de mejorar, además de ser el elemento más evidente de la contra-etiqueta anterior.
El resto de los elementos, el escudo y los adornos de hojas y uvas desaparecen.
Los colores predominantes: el azul, verde y tierra.
Los colores, azul, verde y tierra se mantienen por parecer los más adecuados. El azul representativo del mar, el verde porque se identifica con Galicia, y el color tierra, donde crecen los viñedos.
La tipografía, muy diferenciadora y con personalidad se mantiene.
Concluyendo, la representación gráfica de las palabras "Rias Baixas", es decir su costa, se convierte en el elemento casi único del diseño. Se le quita la soga que la encerraba y le daba un carácter local, y se deja abierta como testigo de la internacionalización de los vinos de la D.O. RIAS BAIXAS.
Se potencian los dos valores más positivos de la marca, "la capacidad de emoción y de sugerencia que tiene el mar" y "el toque emocional de la zona" como valor añadido desde el punto de vista de la comunicación.
El resultado ha sido una etiqueta mucho más moderna, sin elementos superfluos que confundan pero que, a su vez, aprovecha y potencia todo el conocimiento de marca ya existente.
www.doriasbaixas.com
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